De madrugada todavía empiezo la vuelta a casa y con el taxi llego al aeropuerto Internacional de Kathmandú, el Tribhuvan. 

La puerta de entrada/salida del aeropuerto es muy bonita y curiosa con los "Ojos de Buda" de nuevo y por eso os he puesto arriba una foto de la web (de día) para verla en detalle. (foto web).


Por mi parte, tras pasarme todo el largo y tedioso día en salas de espera, en varios aviones...


... y varios trenes...


... llego finalmente a casa tras 48 días de "Walkabout" (Cocodrilo Dundee dixit... jajaja).



Así pues y por fin... "modo aventura"... OFF.





RECAPITULANDO: 


1- De YAMAHAS por ASIA:


Antes de salir la gente de Yamaha España me propusieron una especie de juego que consistía en buscar y fotografiar algunas motos Yamaha en los países "raros" por los que mi ruta debía pasar. 


En toda Europa el parque motociclístico es más o menos igual, pero ¿y cuando hemos atravesado el puente sobre el Bósforo y hemos entrado en Asia, como son allí las Yamaha? Pues ahora vamos a verlo:


TURQUÍA: 

En la Turquía ya asiática, cerca de Kirikkale, vemos una Yamaha YBR 125 como la que encontraríamos también aquí.



IRÁN: 

La verdad es que en Irán no fue nada fácil encontrar una Yamaha entre tanta moto china rara, pero al fin lo conseguí circulando por Isfahán y tuve que forzar al piloto a que parara en medio de la calle para echarle unas fotos. El tío flipaba, jajaja.

Es una antigua Yamaha 100.





PAKISTÁN: 

En Pakistán, en vez de una os pongo dos a la vez justamente en Quetta, la peligrosa capital del Baluchistán amenazada por los talibanes, en una de las noches que salí del hotel sin hacer caso a la prohibición de la Policía.

Son dos Yamahas YB-100 Royale Prince




INDIA:

En India Yamaha es una marca con mucha presencia y aunque las motos son de pequeña cilindrada no por eso dejan de ser modernas. 

Aquí una Yamaha FZS Midship-160 cerca de Kolkata/Calcuta.


Y aquí vemos incluso un concesionario cerca de Shimla.



BANGLADESH: 

Como recordaréis en Bangladesh sólo pude estar tres horas y no me dió tiempo más que a discutirme con los burócratas, o sea que la única Yamaha que vi por allí era la mía, jajaja, en concreto en el momento que un oficial se monta en la parte de atrás para dirigirnos a un pueblo cercano.



NEPAL: 

Y ya por último, en Nepal el parque de motocicletas es muy parecido al Indio. 

Vemos otra moderna y agraciada Yamaha FZS Midship 160 en Pokhara.






2- BALANCE DEL MATERIAL CEDIDO:


Con la aventura acabada vamos a hacer un breve resumen del resultado que nos ha dado el material que nos fue cedido por parte de los patrocinadores (con lo bueno y lo malo, que yo no me callo nada...).


A- La Yamaha XT Z Superteneré 1200 Modelo 2014: 



Me parece que a lo largo del viaje ha quedado bastante claro que la elección de esta Maxi-Trail ha sido un completo acierto. Todos y cada uno de los días le he puesto la llave en el contacto y ha arrancado a la primera, el motor ha respondido siempre perfecto empujando a todos los regímenes y la centralita ha gestionado bien la inyección incluso en los pasos del Himalaya a 4.500 metros donde el oxígeno es muy escaso (y sin haberle ni siquiera limpiado el filtro de aire en todo el viaje a pesar de haber cogido bastante polvo en el desierto de Baluchistán). El consumo se ha mantenido casi siempre alrededor de los 5/6 litros, lo cual está más que bien para una 1.200 cc. Lo único que se le ha notado a la máquina es un lógico e inevitable repiquetear de válvulas en los sitios como Pakistán donde el octanaje de la gasolina era a veces de sólo unos 82/84 octanos.


La moto no ha gastado prácticamente aceite en los 20.000 kms, contando claro que a los 12.000 le fue sustituido el mismo. Me llevé una botella de un litro de aceite para añadir y la regalé en Kathmandú al 70%, es decir que le abré añadido solamente unos 300 ml en 20.000 km. Realmente insignificante. El aceite escogido para el viaje fue 20-50 para aguantar bien las temperaturas extremas a las que realmente la expuse (48,9 grados de máxima en el desierto...). A propósito de temperatura, cierto es que el ventilador suele saltar muy a menudo para refrigerar el radiador pero es que tiene que ser así y cuando lo oyes te da mucha confianza porque sabes que la moto y sus sensores están haciendo su trabajo.



Las suspensiones, uno de los puntos fuertes de esta moto, han estado de campeonato a pesar del sobrepeso (y os aseguro que les he dado mucho trabajo...). Las dejé ajustadas antes de marchar con la precarga casi a tope y eso me fué de fábula en los puertos de los Alpes que la moto iba sobre raíles. Posteriormente las aflojé un poquito en las jornadas de off road del Himalaya para leer mejor el terreno pedregoso y bacheado. Por encontrarles algún pero sólo decir que al final del viaje se podía observar algo de aceite en una de las horquilas, por lo tanto simplemente tocará cambiar el retén, como en todas las motos de campo que trabajan de verdad con todo el recorrido de la suspensión. Por su parte, el muelle trasero no dió nunca síntomas de fatiga en absoluto (que es una de las averías más corrientes y más jodidas en los viajes transcontinentales).



Las maletas han aguantado unas 3 ó 4 caídas en parado (o leñazos arreados desde atrás por otras motos en atascos de la India) sin inmutarse ya que el sistema de anclaje inferior con un tetón de goma es muy ingenioso y absorbe el impacto dejando a la maleta moverse de su posición original. Además, la medida de las maletas Yamaha es justo la que te permite saber que si el manillar pasa por un hueco las maletas también pasarán ya que no sobresalen y eso es muy útil en mil y una retenciones. Hay que ir con cuidado al cargarlas ya que la cerradura solo coge una parte de la llave y el resto queda expuesta y puede doblase un poco al manipular la carga. Sería preferible hacer una copia de la llave más pequeña (en cualquier cerrajero por 5 euros) exclusivamente para cuando abramos las maletas y asunto resuelto.



He jugado con las dos posiciones de altura del asiento dependiendo de si me tocaba una larga jornada de ruta para la cual prefiero la postura alta para estirar las rodillas, o bien estaba en una zona off road o en callejeo por ciudad que siempre se agradece más llegar al suelo más sobrado para las maniobras en parado. Como anécdota os diré que repasando mis últimos viajes largos: 2008 (Oriente, Cáucaso... en BmwGSAdv), 2010 (Barcelona-Tokio en KTM640Adv) y 2012 (Panamá-Alaska en HondaTransalp700) este ha sido en el que menos me ha dolido la parte baja de la espalda (el culo, vaya, jajaja), ni siquiera empalmando dos días seguidos de 1.000 km cada uno (Turquía/Irán), o tras llevar 7.500 km en sólo 9 días (836 km de media diaria visitas turísticas y puertos de montaña incluidos).

Las llantas han aguantado lo que no está escrito en las jornadas off road de la Karakorum Highway y el Spiti Valley, pero sobretodo en las carreteras y calles indias que son zona de guerra minada con agujeros imprevistos y distribuidos a mala leche que hacen imposible evitar unos cuantos llantazos al día. La moto no pinchó nunca ni se quejó más allá de notar los radios un poco flojos cuando los repasé con la dinamométrica mientras se vaciaba el aceite a los 12.000 km.



En definitiva, creo que para terminar este apartado lo mejor es repetir lo que dije de ella hace unos días, cuando andaba haciendo off road por el Himalaya:  "la jornada ha sido prácticamente como haber salido a hacer enduro un domingo cualquiera .... con la megavaca con una tara (con los dos encima y el equipaje) en orden de marcha supongo que sobre los 450 kgs... poca broma. Desde luego dice mucho de esta Superteneré 1200 el haber coronado los puertos de montaña de los Alpes a plena potencia como una racing, haberse chupado sin cansancio varias jornadas seguidas de más de 1.000 km como una touring y ahora estar sorteando agujeros, guijarros sueltos, barro, arena y pasos de agua algunos realmente complicados en puertos de 4.500 metros como una enduro. Esto para mi sí que es ser una campeona y demostrar ser una verdadera Maxi-Trail y no sólo porque alguien desde un despacho haya decidido ponerlo así en un catálogo..."




B- Traje Yamaha Adventure 2014:

Durante un viaje de 20.000 km en verano por países tórridos en los que además haces horas de turismo hay muchas ocasiones en que llevar puesto un traje completo con todas sus protecciones no es lo que más te apetece. Por ello es importante tomar esta decisión con cabeza.

He de decir que me ha sorprendido la ligereza del traje adventure y su versatilidad. Un par de ejemplos: en los pantalones la cremallera para sacar las rodilleras es exterior y si la abres en marcha te permite una buena ventilación por ahí. Igualmente las mangas de la chaqueta se rematan con una cremallera doble que te permite dejarla cerrada por debajo con la parte superior abierta para que entre algo de aire, o bien dejarla abierta del todo cuando el calor es extremo.



La verdad es que no me llevé los forros interiores pues era previsible que se pasarían el 90% del tiempo ocupando espacio en las maletas, pero ni siquiera lloviendo en los puertos de los Alpes pasé nada de frío.


La única pega que le encuentro viene derivada justamente de una de sus virtudes: su color, que es muy agradecido para zonas de mucho calor pero en cambio se le notan más las manchas y la suciedad tras días y días de viaje, por lo que lo puse bajo la ducha un par de veces.



Recordemos no obstante que desgraciadamente la chaqueta me la robaron en la India, aunque por suerte tenía todos los bolsillos vacíos.





C- Casco HJC RPHA MAX EVO: 

La experiencia me dice que para un viaje así lo que va mejor es un casco modular que cuando lo abres al llegar a la ciudad te da una mayor visión lateral a la vez que te permite preguntar a la gente viéndote los labios, cosa que no sucede con un casco integral. 



HJC me cedió un casco modular RPHA MAX EVO de última generación del que me ha satisfecho su comodidad, poco ruido y buena ventilación a temperaturas extremas. Puestos a buscar pegas la talla escogida me aplastaba un poco el pelo (pesumido que es uno, jajaja), y en cambio en el apartado de excelente pongo la pantalla solar incorporada que está a una distancia de la cara idónea para que cumpla su función pero sin que el aire te moleste en los ojos como sucede con otras marcas.


 Además suelo viajar mucho con la mentonera abierta y es de agradecer que esta no ofrezca apenas resistencia al aire al quedar bastante recogida. En definitiva otro pleno acierto para el viaje. 



D- Cámaras y Intercomunicador Midland:



Midland se ofreció a cederme un par de cámaras XC400 así como un intercomunicador BT Next Conference para enlazar con el GPS que han cumplido sobradamente con lo esperado. Tanto unas como el otro tienen una duración de las baterías mejor que las que yo preveía.



En el caso del intercomunicador la verdad es que no llegué a usar la función de radio que lleva incorporada porque con el viaje ya tenía bastante entretenimiento, jajaja, pero presumo que para un uso en suelo patrio puede ser un gadget muy útil. 

Las cámaras tienen una medida y posición lateral muy cómoda sobretodo sin la funda de lluvia. Con ésta ya abultan más pero a cambio te garantizan una estanqueidad total por mucho que llueva (y en la piscina ya son la caña...). El sistema de anclaje que llevan y la posibilidad de rotar la lente te da muchísimo juego a la hora de colocarla en casi todas las posiciones posibles.




Es destacable también la facilidad con la que la enciendes desplazando solamente el interruptor grande con los guantes sin problemas, y que te permite igualmente comprobar si está abierto o cerrado al instante sólo con tocar si el interruptor está adelante o atrás. De todas maneras tanto al encender como al apagar emite sonidos y luces de ayuda que incluso cambian de color si la batería o la tarjeta de memoria están bajas de capacidad. 



La calidad de grabación en HD está fuera de toda duda ya que a veces el problema lo tienes para gestionar archivos tan grandes, por eso es de agradecer que la cámara haga dos archivos a la vez, uno full y uno con baja calidad para un reconocimiento y gestión más rápido de archivos al momento de editar. Por cierto, en los próximos días a ver si me pongo por fin con ello ahora que podré editar con calma y sobretotodo subirlo a la red, que en estos países no es nada sencillo y a menudo hasta imposible por la precariedad de las conexiones y los constantes cortes de corriente. 




E- Gafas de sol Hawkers:


Si vas a circular por algunos desiertos o por montañas de más de 4.500 metros necesitarás unas buenas gafas de sol con protección certificada UV400, y eso es exactamente lo que me cedió Hawkers con sus gafas tan características que seguro habéis visto puestas a los mejores pilotos en las retransmisiones de MotoGP. 



Aparte de lo fashion que son con sus colores de espejo, lo cierto es que después del trote que les he dado a menudo hacinadas en la bolsa sobredepósito o en mi bolsa de mano en contacto con llaves, hierros, comida, bebida y mil cosas más, hay que decir que han aguantado sin rayas ni problema ninguno, cierto es que he intentado guardarlas siempre con la útil funda de ropa que llevan.






F- Seguro de Asistencia de Pont Grup:


Por suerte hasta ahora (y que siga la racha... toquemos madera...) en ninguno de mis Cucodesafíos nunca he necesitado usar el seguro de asistencia o repatriación ni personal ni mecánica (y si ha habido problemas gordos he conseguido transporte por mi cuenta), pero desde luego da una enorme sensación de seguridad saber que lo tienes por si las moscas gracias en este caso a Pont Grup Seguros que me cedió una póliza de  seguro de asistencia para mi y la moto de ámbito mundial. 




Además, fue imprescindible acreditarlo para sacar algunos de los visados antes de marchar. Perfecto pues también.


G- Adhesivos Uniracing:






Simplemente viendo las fotos de la moto se aprecia que, aparte de lo chulos que son, la calidad de los adhesivos es inmejorable ya que han aguantado calor extremo sin inmutarse ni despegarse lo más mínimo, ni siquiera los bordes o los sitios en que han de adaptarse a las formas de la moto. Nada que reprochar pues no les recuerdo ni siquiera una rallada o desconchón. Espectaculares





Aprovecho en definitiva una vez más para agradecer a todas las marcas el haber confiado en mi proyecto y espero que hayan disfrutado de este periplo que se ha podido completar con éxito en parte gracias a sus productos que se han demostrado perfectos para una aventura tan exigente. 


Y hasta aquí la entrada de hoy, vamos terminando y en la próxima os hago un resumen de imágenes y mi balance personal de este viaje tan intenso. 

Es mi último día en Kathmandú y hoy toca precisamente descubrir a pie su centro urbano, en especial la plaza Durbar Square declarada Patrimonio de la Humanidad. 

Salimos desde el barrio de Thamel en dirección Sur y al poco una callejuela nos lleva hasta la plaza donde descubrimos la Stupa más grande del centro, Kathesimbhu, que siendo una simple copia de la enorme Stupa Swayambhunath de las afueras que vimos al llegar,  permite disfrutar de ella a los fieles budistas que no se  pueden permitir desplazarse hasta allí o subir la enorme escalinata con aquellos monos que recordaréis.

En la misma plaza el Monasterio budista Thanka está dedicado especialmente a la elaboración y pintura de telas.

Las típicas banderitas de la Stupa. Como supongo sabréis en los templos budistas se da la vuelta en el sentido de las agujas del reloj, igual que se hacen rotar los clásicos cilindros de plegaria.



Normalmente las Stupas tienen en la base una serie de niveles que representan los estratos del conocimiento por los que el hombre ha de pasar en sus diferentes vidas reencarnadas hasta llegar al Nirvana, que se representa con esa sombrilla que remata la Stupa.


El Dorje o Vajra de la Stupa (que parecen dos coronas pegadas por la base) recordemos que es el símbolo de la tormenta.



Esta mirada, imagen simbolica del Nepal en realidad, es siempre inquietante. 


Una de las plazas céntricas de la zona peatonal  con cinco calles que desembocan en ella es la Assan Tole.



Templo de Krishna.


Paloma sobre paloma.



A paloma por cabeza...


Bello estanque Rani Pokhari.



Acercándonos más a Durbar pasamos también por la animada Plaza de Indra Chowk.




Presidiendo el caos del tráfico de la plaza el Templo Akash Bhairab con sus cuatro leones en el balcón.






En el Templo de Shiva vemos que hay unos pintores trabajando con las medidas de seguridad típicas de la zona, es decir ninguna... Los vendedores de telas que hay debajo están ajenos a que se les pueda venir el pintor encima en cualquier momento.


Que sí, creedme que era el pintor, aquí lo veis mejor...


Me empujo un lingotazo en un chiringuito y caigo en la cuenta de que nuestros hijos se han perdido el gusto supremo que era en verano tener una botella de refresco de vidrio helada en la mano y su contacto con los labios. Serán tal vez más operativas si quieres, pero desde luego la lata y la botella de plástico no son lo mismo para nada y forman parte de nuestra cultura actual en la que nada se reaprovecha y todo va a parar al puñetero vertedero...



Llegamos por fin a Durbar Square. El Templo del fondo es el de Taleju que se encuentra dentro del Palacio y que hasta no hace mucho marcaba el límite de altura de las construcciones en Kathmandú, pues se consideraba muy desafortunado construir nada que fuera más alto.



¡Ei! ¡Caña aquí! jajaja.





Columna del Rey Pratap Malla.



Detrás de la columna del Rey, y en una zona invadida por las palomas que ponen en riesgo las tallas con sus excrementos, encontramos el Templo de Jagannath.


Porque, una vez más (y esta ya es la última, lo prometo...juas), en las vigas encontramos las ya famosas tallas eróticas. 

Más allá del morbo innegable que puedan suscitar, lo interesante es pensar que mientras en la Edad Media en Europa la religión se empeñaba en reprimir el sexo, teñirlo de pecado y alabar las virtudes de la castidad, en otros lugares del mundo la religión mostraba a sus fieles con todo detalle las diferentes formas de disfrutar de su sexualidad de forma natural, desde los prolegómenos hasta la consumación (beso con lengua incluido...jajaja).


Indudablemente aquí vemos a varios señores feudales que aprovechan para atacar por la retaguardia probablemente a sus sirvientas mientras ellas están trabajando moliendo grano o arando la tierra...


Incluso otro sorprende a traición a una que amamanta a su hijo. Si es que los hombres cuando nos ponemos no tenemos espera... Para los menos diestros las figuras animan a fijarse en los propios animales para aprender...




Vuelven a aparecer los juegos a tres en diversas combinaciones, lo cual como decía nos da una idea muy clara de que la sexualidad aquí ya era concebida como algo lúdico muy lejos del carácter eminentemente privado, oscuro y simplemente reproductivo que se le daba en la época en el medievo occidental.


Atención a la cara risueña de Mr. Spock de Star Trek del "afortunado" de la derecha...




De nuevo nos sorprenden también escenas de sado-masoquismo, garrote en mano.


Y finalmente combinaciones digamos un poco "más elaboradas" que a más de uno le harían enrojecer incluso hoy día que parece que ya lo tenemos todo superado... jajaja. 



Y volvamos a las piedras que nos perdemos... (mes y medio fuera de casa qué queréis... jajaja). Este templo octogonal es el Chasin Dega dedicado a Krishna y levantado en honor a dos reinas fallecidas.


La entrada al Palacio Hanuman Dhoka (hoy día museo) se hace mediante esta puerta de oro custodiada por dos leones de piedra.


Una vez más volvemos a encontar a Hanuman (el dios-mono arrodillado) con su capa roja, muy venerado según he podido comprobar. En esta ocasión, además, Hanuman tiene la cara también tapada con la capa precisamente para que no vea las imágenes eróticas del Templo de Jagannath que tiene enfrente...Curioso, ¿no?




Tao Gan (la gran campana) que se usa solamente una vez al año para ahuyentar a los malos espíritus.

Templo de Maju Dega muy estilizado con sus 9 pisos en la base además de las 3 pagodas.


Templo de Shiva y su mujer Parvati (que si nos fijamos son las dos curiosas figuras de madera que se asoman a la ventana).



Estatua de Garuda a quien ya conocemos.


No sé a que mente privilegiada se le ocurrió construir un edificio neoclásico de estilo europeo (el Gaddi Baithak) en plena plaza, que desde luego sienta como una patada en la entrepierna de lo que desentona con el resto de edificaciones medievales...


Este templo grande y abierto que a priori no parece tener demasiado interés en realidad es uno de los más venerados por ser el más antiguo de Kathmandú. Es el Templo Kasthamandar (casa de madera) y en realidad el nombre de la ciudad deriva precisamente de él. Según la leyenda se hizo con la madera de un sólo árbol.


En su centro hay una antigua imagen de Shiva.


Y en cada una de sus cuatro esquinas una imagen de su hijo Ganesh (Dios de la fortuna) con su cabeza de elefante. 


Muy cerca, en un rinconcillo, encontramos el pequeño Templo de Ashok Vinayak o Maru Ganesh, adorado por hinduístas y budistas (las dos religiones comparten buena parte de costumbres y dioses). Es tan importante esta pequeña capilla y su imagen de Ganesh que el propio Rey ha de venerarla el día de su coronación.



Esta es la casa de la Kumari Devi, la niña-diosa considerada una reencarnación de la Diosa Taleju Durga.


Es escogida desde los 4 años hasta que le viene la menstruación y ha de reunir 32 cualidades físicas determinadas. A las candidatas las encierran en una habitación oscura del Palacio Real e intentan asustarlas con ruidos y personajes con máscaras. También tienen que reconocer diversos objetos de la anterior Kumari Devi, igual que los candidatos a ser elegidos como reencarnación del Lama.


La finalmente escogida vivirá en esta casa con su familia hasta que tenga su primer período y sólo puede salir de allí durante la celebración de seis festivales concretos anuales.


Una novia se hacía allí hoy las fotos de la boda. El novio, al fondo, tiene cara de "la que se me viene encima..." jajaja.


Volvemos a encontrar al pavo real como motivo ornamental.


El patio interior de casa de la Kumari. Esta tradición al parecer empezó hace siglos cuando el Rey mató a una menor al mantener con ella relaciones sexuales (!) y como penitencia por ello más tarde empezó a adorar a otra niña.


Esta es la ventana y el balcón de madera tallada desde donde a veces la Kumari sale a dejarse ver acompañada de su sacerdotisa guardiana, pero está prohibido hacerle fotos.



De todas maneras en internet encontramos fotos de algunas Kumaris (foto web) y nos hacemos una idea. En el valle hay actualmente varias pero la Kumari de Kathmandú es la más importante.



La gran imagen (de una sola piedra) de Kaal Bhairav, la personalidad destructiva de Shiva. Se usaba para hacer jurar la verdad ante ella (vamos, como el polígrafo de Tele 5...).


Está bailando y pisoteando al "Demonio de la Ignorancia" (el demonio de las gafas Hawkers no, el del suelo... jajaja)


Salimos de Durbar por la Plaza de Basantapur que está dominada por la Torre de igual nombre.



De uno de sus extremos sale la calle Freak Street que se llama así porque es donde los primeros hippies de los años 60 se establecieron. Como os decía el otro día aquí también hay hostales, bares, restaurantes, tiendas, oficinas de exchange y todo lo que los visitantes extranjeros andan buscando.


Todavía hoy día los/las turistas "flower power" se entremezclan con los locales compartiendo a menudo sustancias alucinógenas en los "Organic Cofees". (Me habrán ofrecido "material" como cincuenta veces en estos cuatro días aquí, especialmente al caer la tarde...).


Colorido de Freak Street.




Dando un paseo vuelvo a tirar dirección Norte simplemente dejando pasar la tarde, como intentando que Kathmandú me empape con su mezcla de colores y sensaciones, puesto que soy muy consciente que antes de que me de cuenta estaré en casa y añoraré este exotismo que ahora me rodea ya casi sin darme cuenta tras tantas semanas de viaje por Asia.



Tatuadores en Henna.


Calles de Kathmandú.


Y callejones.


El afiladoooooooooooooorrrrrrr (léase con el tono musical típico de aquella especie de flauta de pan que se oía hace tantos años en nuestras calles y que hoy día casi ha desaparecido).


Vuelvo finalmente a Thamel a invertir en algunos recuerdos mis últimas rupias y horas nepalís. 




Casi con desgana, ya anocheciendo vuelvo al hostal y recojo mis cosas para mañana pues a las 4 el taxi me recogerá para llevarme al aeropuerto y con ello empezar a hacer balance de esta aventura que ya va tocando a su fin.