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Como había prometido, a las 7 de la mañana ya he abandonado el hotel y me he dirigido a la frontera pues ya preveía que el día no iba a ser precisamente sencillo. Si lees cualquier foro de aventureros o moteros internacionales todos desaconsejan claramente el paso por Pakistán, y muy concretamente por la región del Baluchistán donde ya hace tiempo que los terroristas talibanes afganos se han establecido con ayuda de los locales que tienen una manera de pensar parecida (no quieren que las mujeres trabajen fuera de casa ni que vayan a la escuela los muy cabrones). Prueba de ello es el ataque que sufrió precisamente la escolta de un ciclista español hace unos meses donde los talibanes se cargaron a 6 policías, seguro que lo recuerdas de las noticias...

Bueno, pues adivina a donde voy y por donde tengo que pasar. ¡Bingo! Al Baluchistán y en el mismo sitio y con los que queden de la misma escolta...

Entenderás creo que tenga al menos un poco de nervios en cuanto se va acercando la frontera. Claro que como tampoco me entero de lo que me dicen... Jajaja.



Yo preveía una salida de Irán rápidilla y luego ya algo más de dificultad para entrar en Pakistán, pero las cosas nunca son tan fáciles como uno las ha pensado. Resulta que ya antes de llegar a la frontera en un control militar iraní me paran y me dicen que necesito escolta. Total que se me sube atrás un soldado y vamos hasta el próximo control. Allí se sube otro soldado, y en el próximo control otro, quien por fin ya es el encargado de llevarme a la frontera y de ayudarme con los trámites. 

No tengo ni idea de como lo habría hecho yo, porque al pobre muchacho que entendía perfectamente todo lo que le decían le han tenido mareado de un sitio a otro durante dos horas.  Al fin, no obstante, hemos triunfado y conseguido salir de Irán yo, y perderme de vista él... 

A los 5 escasos metros de la valla iraní el mundo de repente ha cambiado. Pakistán me recibe con una cierta anarquía administrativa y unas instalaciones paupérrimas que creo que son una clara muestra de lo que el país va a ofrecerme. Lo bueno es que hay un oficial también encargado de ayudarme y los trámites, aunque farragosos, son algo más rápidos. La cuestión es que en una horita más (y ya van tres) la cosa parece que está toda hecha.... pero no. Como me temía, me cuentan que tiene que acompañarme una escolta y con cierta parsimonia, mientras el mercurio del termómetro se empieza a poner pornográfico, se organiza el servicio con un todoterreno y dos oficiales con sus armas cargadas que me acompañará. Lo malo como decía es que el sol no es ya que aprete de verdad, sinó que castiga inmisericorde y los 45 grados ya han quedado atrás para pasar a los 47 y subiendo... Además la carretera es inmunda y los baches y agujeros son una constante. Encima el todoterreno de escolta viaja a unos 60/70 km/h y se me está haciendo un suplicio insufrible. 



Después de esta escolta ha venido otra y luego otra, y luego como había probemas  logísticos (decían que era demasiado peligroso ya por la hora llevarme y volver) me querían hacer pasar la noche en un check point que era una barraca en medio de la nada con un camastro y tres tíos con una cabra.. No creo yo que aguantemos ahí mucho rato si los talibanes ven la megavaca fuera y deciden atacarnos por la noche creyendo que el secuestro de un occidental puede ser un buen reclamo como suele suceder por aquí abajo..

Por suerte uno de ellos se arma de valor y me dice que si yo lo llevo detrás de la moto él me escolta hasta el siguiente puesto.

Y efectivamente el tío con su fusil reglamentario (la copia barata del AK-47) se me ha subido detrás de la moto y nos hemos hecho más de 100 km. 

Este era el notas y su AK-47 de imitación cuya culata dura se me clavaba en la espalda ya que llevo el bidón de 5 litros de gasolina y él tenía sólo medio asiento y lo llevaba pegadito a mi. No quiero ni pensar que tal dureza en mi espalda fuera el hombre que se estuviera poniendo cariñosón con tanto roce... Jajaja.


Durante el día el termómetro por momentos ha llegado a los 48,9 grados (es decir esa sensación de querer morirse, dejar de luchar y rendirse ya uno como un pollo en el hormo). 

Creo que tengo un vídeo con los 48.9 que es lo más que yo he llegado a ver mientras conducía, pero la foto con los 47.4 ya valdrá de momento para que os hagáis una idea...


Después del tío han sido dos muchachos en su motoreta los que me han acompañado hasta la última parada del día, un pueblecito realmente pequeño donde los escoltas tienen una de sus bases y aquí que me dicen que me toca dormir hoy.... que remedio. 

Me preguntan si quiero asearme y la respuesta es obvia. Pero la ducha es una especie de cuartucho que sirve de cagadero y donde te ponen un cubo de agua y una palangana... (esto ya me pasó en un hotel cutre de Amman, Jordania).



Luego me han acompañado dos tíos armados a las tiendas del pueblo para que comprara algo de bebida y comida. Impresionaba ver a los dos escoltas con las armas en posición y atentos a todo caminando delante y detrás de mi. Lo siento pero de eso no hay fotos, que no estaba el horno para bollos...


A la hora de la puesta de sol (8,15), los 6 militares y yo mismo nos hemos sentado a la mesa a comer un poquito (mucho menos de lo que comen en Irán al atardecer) y, de hecho, ahora mismo me están mirando mientras escribo estas líneas ya que estamos todos sentados en una sala con sofás que creo es donde me toca dornir hoy... Lo que no sé es si sólo o "escoltado", jajaja.




Kms hoy: 350 km
Acumulados: 9.576 km
Media: 737 km
Hemos pasado por 16 países.







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