Translate







Por la mañana tras un par de gestiones compruebo que los neumáticos de recambio que me tenían que haber llegado a Islamabad por DHL no han aparecido (de hecho según la web van como una pelota todavía dando tumbos sin sentido por Europa), aunque tampoco podría ponerlos porque ya está todo cerrado por la dichosa fiesta del Edi Holliday. Hasta finales de semana nada pues.

¿Qué vas a hacer estos tres días? me escribe mi contacto en Pakistán el Sr Javai. Los que me conocéis de verdad sabéis que ya tenía un plan B por si esto pasaba y este no es otro que intentar coger la Karakorum Highway hasta el Kunjerab Pass y volver luego atrás de vuelta a Islamabad. Ahora bien, si no me han dejado casi dar un paso sólo en todo el país ¿me van a dejar ahora circular por una zona con litigios fronterizos precisamente?¿Y sin escolta?  El amigo Javaid además me asegura que necesito un permiso, pero desde lo de Quetta ya sé que un permiso en días no laborables aquí como que no te lo dan....

Tengo pues dos opciones, tirar "parriba" hasta que un control me pida el permiso y tal vez tenga que recular, o bien acercarme justamente a la Comisaría de Acbara que está a escasos metros del hotel.

Lo voy reflexionando mientras hago el check out y veo venir una tormenta inminente. Finalmente decido hacer lo correcto y voy a la Comisaría cuando ya caen las primeras gotas.

Se da entonces la circunstancia de que mientras hablo con el de la puerta un pequeño coche se acerca y el Policía que va dentro me pregunta a ver que quiero con aire de suficiencia. Se lo cuento y cuando se baja del coche aparecen 4 ó 5 ayudantes y policías que le hacen la pelota y toda clase de parabienes. Resulta que es el "Commander", es decir el que manda el puesto, y sus tres estrellas lo dejan claro. También es casualidad...

Como la lluvia está incrementando me hacen pasar adentro y al parecer tanto al Comander como a su asistente les he caído bien (el asistente es de Kosovo y aquí uno ha estado en Pristina...), porque me invitan a comer (!) y en la misma mesa de oficina del Comander, mientras repasa llamadas y papeles, los asistentes van trayendo las viandas. Finalmente nos sentamos unos 5 alrededor y damos cuenta de un arroz "dulce", uno  más especiado y el consabido pollo ya con una carga picante más notable. Al finalizar, el ayudante tras ver mi visado me dice que puedo ir a la Karakorum y el Comander asiente con un "go". Pues venga, pues go.

Papel no tengo ninguno y mis datos tampoco los han tomado. No tengo ni idea de si ha servido de nada porque aquí cada zona tiene su mando propio y el comandante de una comisaría de Islamabad no creo que tenga nada que rascar en las diversas provincias que atraviesa la Karakorum pero yo me siento plenipotenciario por el Comander Ashraf (de hecho voy a acabar usando ese nombre todo el día en todos los controles para evitar que me escolten, jajaja).

Lloviendo considerablemente y peleándome de nuevo con las obras salvajes del metro que cortan todas las vías principales (al menos todas las que conoce el GPS que se vueve loco recalculando), salgo de Islamabad. Al poco, al intentar coger la autopista un oficial de policía me dice que no está permitida para las motos y me tira para atrás hacia la carretera. Es lo que tiene ir sin escolta como ayer, que ahora no tengo privilegios... ¡pero soy libre!

La carretera que lleva al norte empieza bastante farragosa por dentro de poblaciones con atascos y gente por todas partes que ahora sin la Policía por medio miro con más recelo. Pero voy avanzando y finalmente un precioso puerto de montaña hace que por primera vez en todo Pakistán esté disfrutando de conducir mi moto. Al paso por un puente aparece el primer control serio y amenaza de ponerme escolta, pero con el nombre del "Ashraf Commander" por delante consigo evitarla. Lo mismo ha pasado en varias ocasiones a lo largo del día, e incluso he adelantado sin problemas a una furgoneta turística que seguía a su escolta motorizada.



Todavía era libre cuando he encontrado el monumento que andaba buscando y que es una de las fotos típicas de la Karakorum Highway.

Se rinde homenaje a los trabajadores Chinos y Pakistanís que hicieron posible está carretera por pasos de montaña realmente notables.








Pero al poco rato, y cuando el sol ya está bajando, en el próximo control finalmente me dan el alto y me juntan con la furgoneta turística hasta el próximo pueblo, Besham.

Resulta que allí van a desembarcar los turistas en el hotel (Continental Hotel)  y me insinúan que yo tengo que hacer lo mismo por mi seguridad. Me quedaría tal vez media hora de darle al mango pero tampoco lo veo tan mala idea y menos cuando tras negociar con el dueño consigo una rebaja de casi el 50% de lo que me pide al principio (queda en unos todavía excesivos 15 euros la noche sin desayuno). No deja de ser un hotelito trasnochado con una habitación cutrilla, pero allí en plena montaña tampoco no encontrarás nada mucho mejor, y encima  tiene Wifi (¡).

Entablo conversación con los de la furgoneta turística que resultan ser unos italianos que van a hacer un trekking. Lo han decidido a última hora cuando su vuelo de vuelta a casa ha sido retrasado 3 veces y tras 7 horas de espera en el aeropuerto ha sido definitivamente cancelado. Esto es Pakistán señores, no hagan ustedes planes...





Kms hoy:  293 km
Acumulados: 11.855 km
Media:  659 km
Hemos pasado por 16 países.


0 comentarios